Una investigación confirma: Acostarse tarde y dormir poco genera pensamientos negativos…. solución: empezar a trabajar más tarde!!

En un estudio, aparecido el 4 de diciembre 2014 en el Springer Journal, Science and Business Media, New York, los investigadores vinculan el hecho de acostarse tarde y dormir poco con pensamientos negativos repetitivos.

Este estudio es parte de una línea de investigación que examina la relación entre la higiene del sueño y la salud mental. Cada vez existe más evidencia de una relación entre el sueño y la psicopatología y los investigadores Nota y Coles y sus colegas de la Universidad de Binghamton, USA, pretenden comprender cómo se puede utilizar el ritmo del sueño para ayudar a pacientes con trastornos de ansiedad.

En la región mediterránea no nos solemos acostar demasiado temprano, más bien al revés: comemos, cenamos y nos vamos a la cama más tarde, pero también nos levantamos más tarde que en el norte de Europa.

Si tu perteneces a las personas que están activas a altas horas de la noche y duermes poco porque entras a trabajar temprano, según los investigadores Jacob Nota y Meredith Coles, a ti te será más difícil liberarte de las preocupaciones que a otras personas que se acuestan más temprano y por ello disponen de más horas de sueño.

Cuando los pensamientos negativos o pesimistas se van repetiendo en la mente y parece que no son controlables sobre todo a la hora de irse a la cama …. cuando surgen preocupaciones por el futuro y por el pasado, estamos ante un inicio de un cuadro que puede llegar a producir ansiedad generalizada, depresiones e insomnio. Otros estudios ya habían relacionado los pensamientos negativos con insomnio, sobre todo si el ritmo de sueño-vigilia no es adecuado.

Nota y Coles pretendían ampliar estos estudios para averiguar si existía una relación entre la hora de acostarse y los pensamientos negativos. Para ello realizaron una serie de encuestas en 100 adultos jóvenes de la Universidad de Binghamton. Preguntaron a los estudiantes si regularmente dormían las mismas horas, por el día o por la noche y por su ritmo sueño-vigilia. Midieron el grado de preocupación de los estudiantes y cómo se obsesionaban con algún pensamiento.

Los investigadores encontraron que las personas con periodos de sueño más cortos que se acostaban tarde experimentan más frecuentemente pensamientos negativos repetitivos que otros. Esto también pasaba a los estudiantes que trasnochaban.

Nota comenta que irse a dormir a una hora adecuada puede ser un método bueno para liberarse de los pensamientos «intrusivos». También encontraron una relación entre las interrupciones del sueño y los pensamientos repetitivos negativos y creen que ante el riesgo de desarrollar un trastorno psíquico se debe procurar dormir las horas suficientes.

Coles observa que, si estudios futuros confirman la relación entre la duración del sueño y los pensamientos negativos repetitivos, se podría pensar en tratamientos para pacientes con estos trastornos y añade: «Estudiando la relación entre la reducción de la duración del sueño y la psicopatología, ya se ha demostrado que un enfoque clínico en relación al sueño también lleva a la reducción de los síntomas de la psicopatología.»