«A sniff of happiness»…..un estudio sobre el contagio de la felicidad

Al examinar las investigaciones del ámbito de las ciencias de la salud, publicadas en las últimas semanas y evaluar cuál de ellas podría interesaros más, he tropezado con uno del campo de las ciencias del comportamiento que me parece genial. Elijo este estudio porque pienso que puede tener un interés general y una aplicación directa, porque todos deseamos alcanzar esta percepción tan indefinida que entraña el concepto de felicidad.

¿No te ha pasado nunca? Estás comiendo con amigos y de pronto la conversación empieza a fluir, todo el grupo se anima progresivamente, charlando y riendo …. esta sensación de relax que flota en el ambiente, estas risas contagiosas, estos instantes de felicidad que te hacen olvidar las preocupaciones del día y perder la noción del tiempo…. estas son las cosas pequeñitas que hay que valorarlas porque realmente son las más importantes!

La comunicación del estado emocional 

Como hemos mencionado en el post «Un delicado aroma a magnolia-jazmín para activar el receptor de feromonas del sexo opuesto» los humanos somos capaces de comunicar nuestro estado emocional positivo o negativo mediante mensajes químicos que son percibidos por otras personas por los sentidos de la vista y el oído.

¿Pero la comunicación de la felicidad se produce realmente por la visión y el oído?

Esto lo averiguaron los investigadores en una reciente colaboración entre universidades de Holanda, Gran Bretaña y Portugal y, como resultado, publicaron el estudio «A sniff of happiness» en la revista Psycological Science.

En él se apunta que existe una comunicación química del sentimiento de felicidad que se transmite a través del olor de nuestra transpiración en el momento de emanar autenticas » señales químicas de felicidad «. Son compuestos que segregamos junto con la transpiración de todo nuestro cuerpo cuando experimentamos momentos de felicidad verdadera y que otros detectan a través de nuestro olor.

…. pero lo más sorprendente: la investigación demuestra que la felicidad es contagiosa!

Ahora me diréis que esto ya lo sabíais y es cierto que todos lo hemos experimentado empíricamente, pero no sabíamos cómo se produce esta influencia de una persona sobre el estado de ánimo de la otra.

Hace tiempo que los investigadores habían observado que se podían transferir emociones negativas como por ejemplo el asco o el miedo mediante la composición química de la transpiración; pensemos en estas sensaciones negativas manifestadas por una persona que efectivamente contagia la percepción a los demás, como alguna vez hemos podido verificar por nosotros mismos.

Pero ahora este estudio reciente demuestra por primera vez que, mediante los olores generados, se pueden transferir también estados emocionales positivos como el de la felicidad. Comprobaron que la transpiración de personas en un estado de felicidad pueden influenciar en el comportamiento, la percepción y el estado emocional de otras personas.

El estudio señala que la exposición al olor corporal de un emisor en un estado feliz induce en el receptor una expresión facial indicativa de felicidad, es decir, que hace sospechar que existe la evidencia de un contagio de la felicidad.

En el estudio participaron hombres y mujeres que no tomaban medicamentos, ni fumaban, ni tenían desordenes psicológicos diagnosticados. Durante el estudio no podían tomar alcohol, ni tener actividad sexual, no podían tomar comida con un fuerte olor, ni practicar ejercicio excesivo.

Los donantes de la transpiración, todos hombres, llegaban al laboratorio de ensayo, se lavaban y se secaban y recibían pads absorbentes que debían adherir a cada axila. Recibían una camiseta limpia y se sentaban para  cumplir las tareas del estudio.

Estas consistían en observar un video clip que les inducía un estado emocional determinado de miedo, felicidad o un estado neutro. También debían observar signos chinos y evaluar lo agradable o desagradable les parecía cada uno. Después de este ensayo retiraban los pads absorbentes y las guardaban en viales.

Para la segunda parte del estudio elegían solamente mujeres, ya que se considera que poseen un sentido del olfato y una sensibilidad para detectar el estado emocional mayor que los hombres. Ni los investigadores, ni las participantes sabían a qué muestra de pads iban a estar expuestas.

Las mujeres se sentaban en una silla con un dispositivo para descansar el mentón. El vial con la muestra del pad absorbente estaba adherido al dispositivo y se abría en el momento del ensayo. Tenían que oler una muestra de cada tipo: con la transpiración de los hombres en el momento de sentir miedo, de sentir felicidad y en un momento de estado emocional neutro. Entre muestra y muestra tenían un descanso de 5 minutos.

Los análisis de datos confirmaron que los videos influyeron en el estado emocional de los participantes masculinos. Las mujeres expuestas a las muestras del transpiración de los hombres en el estado emocional de miedo tenían una mayor actividad en el músculo occipitofrontal, señal de la expresión del miedo. En cambio, las mujeres expuestas a una muestra de una «transpiración feliz» tenían la llamada sonrisa de Duchenne, actividad muscular de una expresión de la satisfacción y felicidad.

Estos resultados sugieren, según los investigadores, una sincronización entre el emisor (donante del pad absorbente de la transpiración) y el receptor (la mujer que huele la muestra) por una comunicación química (por señales químicas) de nuestro estado emocional positivo o negativo, de tal manera que en el receptor se genera un simulacro del estado emocional del emisor.

….y esto significa que alguien que es feliz puede provocar realmente un contagio de la felicidad en otros de su alrededor.

El hallazgo tiene gran relevancia, ya que la emoción y la transpiración son dos características básicas relacionadas del ser humano. La comunicación química y el contagio de la felicidad podrían tener aplicación en la indústria de las fragancias  o de los desodorantes, en caso de poder identificar y reproducir la «molécula de la felicidad». De hecho, la investigación estaba apoyada por Unilever Research & Development.

Este es un avance más para entender cómo funciona la comunicación de los estados emocionales mediante sustancias en la transpiración, aunque no sé lo qué opinarían las Autoridades Sanitarias o la industria farmacéutica sobre la comercialización de estas moléculas generadores de la felicidad, ya que por sus efectos farmacológicos antidepresivos o ansiolíticos podrían adquirir identidad de medicamento.

Referencias:

A Sniff of Happiness. G. R. Semin, M. A. M. Smeets, and in a later stage J. H. B. de Groot contributed to the study’s theoretical basis. G. R. Semin, M. A. M. Smeets, J. H. B. de Groot, P. J. Bulsing, C. G. Blonk, and M. J. Rowson designed, set up, and conducted the study and interpreted the data. J. H. B. de Groot programmed the experiments. M. J. Rowson performed statistical analyses. J. H. B. de Groot wrote the manuscript. All authors reviewed the manuscript. Faculty of Social and Behavioral Sciences, Utrecht University. Unilever Research & Development, Vlaardingen, The Netherlands. Unilever Research & Development, Colworth, United Kingdom. Department of Psychology, Koç University. Instituto Superior de Psicologia Aplicada, Lisbon, Portugal

¡¡Efectivamente, las personas que emanamos señales químicas de felicidad somos infecciosas y…. las más buscadas!!